Lo que muere y renace, por Fabián Medina

Lo que muere y renace, por Fabián Medina


Más que una presentación, se trató de una intervención.  Esa fue la particular manera que eligió Carla Curti para presentar su primer libro titulado “Lo que muere”.
El evento sirvió para poner en escena a una de las autoras más interesantes de la nueva camada de escritores misioneros; colectivo que viene abriéndose paso en los últimos años a fuerza de talento y autogestión; entre rondas de lectura y talleres.
Precisamente, el evento sirvió como broche de oro a la muestra del taller de “¿Aproximaciones al texto literario?”, que coordinó Curti en la sede del Programa Música de la Universidad Nacional de Misiones, en Posadas. La sala de ensayos sirvió de escenario para que la escritora leyera, recitara y hasta inclusive cantara fragmentos del libro, con el acompañamiento de otras dos intérpretes, un maestro de ceremonias y música en vivo.
La gran concurrencia de público permitió acompañar las arengas de los intérpretes. Como si se tratara de una ceremonia religiosa, el maestro de ceremonias pidió al público que entonara a modo de salmos algunos versos del libro. No faltaron las risas ni tampoco las lágrimas, ante alguno de los pasajes más profundos de la obra que Curti escribió entre 1999 y 2015.
Sorprendido por la inusual propuesta el público ofrendó un extenso aplauso a Curti y a los intérpretes que se retiraron del escenario cantando la “coda” del libro, una suerte de anexo musical agregado como forma de separador en la edición impresa.
Una obra, muchos años
Después de terminada la parte más “artística” de la presentación hubo lugar para el lado más formal que habitualmente hace a estos eventos. En compañía de representantes del taller Mercurio, encargado de la edición e impresión del libro, Carla Curti describió el proceso de creación de la obra que abarcó más de quince años. En líneas generales explicó que el libro puede insertarse dentro de la “poética tradicional” pero que está más cercano a la experimentación, aclaró que las tres partes que conforman la obra no están numeradas con la intención de dar al lector total libertad para abordar la lectura.
También precisó que si bien no se trata de una obra autorreferencial, tampoco es material de ficción: “Lo veo como una transcripción del sentir. Son momentos, sensaciones, pensamientos y situaciones que me disparó la sensación”.
La autora explicó que el texto central de la obra titulado “Lo que muere”, y que da nombre al libro, fue escrito casi en su totalidad en 1999 pero por esas “cosas del destino” había quedado dormido entre otros escritos. “Después de reencontrarme con el texto decidí hacerle los menores cambios posibles para mantener la idea y las sensaciones del momento en que fue concebido”, detalló.
“Sentía que ese texto tenía una conexión con otras cosas que había escrito durante ese tiempo. Que había un concepto. Eso me permitió establecer una unidad y me impulsó a escribir otros textos que acompañaran a Lo Que Muere; así en 2011 aparecía la Vacilación de lo que muere y en 2012 remataba con el Ensayo para Punto y Aparte”, explicó la autora.
Pieza artesanal: un Objeto Manso
El libro está hecho cien por ciento a mano. Para su impresión se utilizaron técnicas tradicionales de serigrafía y el encuadernado implicó meses de costura de los cuadernillos y el posterior agregado de las tapas. Si bien la maquetación y diseño original corrieron por cuenta de la escritora, el armado de los ejemplares estuvo comandado totalmente por las manos de Mercurio, taller serigráfico que abrió con este encargo su experiencia en la rama de la serigrafía artística.
Curti justificó que la idea de encarar la publicación en forma independiente responde a la necesidad de mantener la edición lo más cercana a la idea original de ‘objeto hecho a mano’. Por eso, además de la ausencia de numeración, el libro contiene un particular tamaño similar a un anotador, cuyas páginas no están impresas en doble faz. “Antes que escritora, soy artesana y tenía la idea de que el libro fuera como una agenda, algo que se pudiera hojear en el colectivo. También se imprimió en una sola carilla para que el lector pueda hacer sus anotaciones o reflexiones, si quisiera, como generalmente yo suelo hacer con los libros que leo.”
La búsqueda artesanal también explica la tirada baja de 100 libros en esta oportunidad, aunque Curti aclaró que más adelante su idea es compartir el texto en Internet y adelantó que la publicación de “Lo que muere” representa el paso inicial que necesitaba dar para animarse a editar más obras. “Tengo otros libros prácticamente cerrados y muchas ideas para otros textos que iré escribiendo con mayor impulso. Necesitaba soltar este texto para animarme a encarar una nueva etapa de mi vida”, remarcó.
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Esta nota fue realizada por Fabián Medina y publicada en el espacio virtual dedicado a la difusión de escritores misioneros ''Misiones Cultural'' en el mes de enero de 2016.
La imagen que acompaña al texto es un póster realizado por Alegría, La Hermana Limada sobre imágenes ofrecidas Natalia Guerrero Sabrodiec (quien se encontraba entre el público)
Copio el cuerpo de la nota y ofrezco el link para visitarle en el sitio donde fue publicada originalmente.
En: http://misionescultural.com.ar/lo-que-muere-y-renace-por-fabian-medina/

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