No habrá de cesar el huracanado viento
que sobre el tiento de la tierra remonta y
tajea a la urbe.
Cederán los espacios fantásticos al nudo
de tierra y agua que algunos tocamos como
barro
se expondrá la dualidad carísima de la diferencia:
que la inclemencia sea un voraz aprender de la fiera
de lo que se desata afuera más allá de lo poco que puedan
atajar las manos.
me encanta ♥...
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