una angustia solidaria.
No sé, un rarismo a cuatro manos,
una lectura a medias pero completa,
una taquicardia en diferido,
un beso en el sueño.
Un motivo.
Me persigue la androginia
y la certeza del misterio.
Un ave va cruzando
esta puerta que
está abierta.
Un ave va cruzando,
esta puerta y
se instala.
¿Se queda?
santos pingüinos y sus designios...
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